La edad de oro del Imperio Romano fue cuando se construyó el edificio a principios del siglo II. Los templos eran parte básica de toda ciudad romana, sin embargo, el paradero de éste en particular se desconocía hasta la tardía fecha de 1882. En el siglo XI, el templo quedó literalmente cubierto por la estructura del Castillo Moncada, posteriormente se convirtió en la residencia de los Veguers y por último, la cárcel de Vich. Los trabajadores vieron un capitel corintio durante la demolición del antiguo castillo.
El estado del templo es excelente a pesar de sus múltiples usos. Hay una escalera frontal que conduce al pórtico sobre el podio. Hay capiteles corintios en las columnas. En el edificio se idealiza la maqueta de los dos únicos restos que quedan del original: un capitel corintio y un fuste de columna, así como los muros de la celda que se conservan como parte del antiguo palacio de Moncada.